Smart City Expo LATAM Congress es una cumbre Latinoamericana, cuyo objetivo es reunir expertos para debatir acerca del desarrollo de las ciudades, los distintos elementos que tienen un papel en ello y los desafíos actuales y futuros a enfrentar para que los avances se den de la mejor manera, de forma equitativa y sostenible para todos.
De acuerdo con una charla con el Mtro. Edgar Mora Altamirano, exalcalde de Curridabat y exministro de educación pública en Costa Rica, sabemos que el enfoque adecuado para el progreso integral de las metrópolis sería el de conocer primeramente las demandas de la población sobre la cual se incidiría para después poner el resto de los agentes (humanos, tecnológicos, naturales, etc.) a su servicio.
La voluntad humana, en este caso, se vería representada por dos conceptos: el de la gobernanza y el de la ciudadanía activa.
Según la RAE, la gobernanza es el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía; por otra parte, la ciudadanía activa está relacionada con el compromiso y participación de cada miembro de la sociedad en la vida pública y la toma de decisiones referentes a su pertenencia a un grupo de individuos y su futuro en él.
Los tomadores de decisiones representan entonces a las personas capaces, antes que nada, de recoger las necesidades de los habitantes para los que trabajan para, de manera subsecuente, imaginar, crear, gestionar, proponer e implementar las herramientas necesarias para solventar carencias; a su vez, son los ciudadanos los encargados de señalar lo que requieren, aquello que no funciona, lo que desean, lo que les hace falta, lo que les gustaría construir o lo que se puede mejorar y las formas en las que se podría hacer para que esto, posteriormente, pueda ser atendido.
Por lo tanto, ambos componentes deben operar en conjunto para lograr su propósito y la noción de comunidad es entonces el puente entre ellos, ya que tiene que ver con compartir características e intereses, la existencia de lazos de solidaridad y la concepción del bienestar no desde lo individual, sino como una vivencia grupal, donde las relaciones de poder sean horizontales.
Una Smart City es un tipo de ordenación territorial capaz de cubrir las necesidades económicas, operativas, ambientales y sociales básicas tanto de sus habitantes como de empresas e instituciones de manera sostenible, sin embargo, el prerrequisito o pieza primordial de este engranaje es el adecuado funcionamiento en conjunto de los dos elementos antes descritos, de forma que el funcionamiento del mecanismo de las ciudades inteligentes podría resumirse a groso modo como sigue: los ciudadanos señalando y corrigiendo, el gobierno gestionando y administrando, la tecnología y la innovación como recursos para medir y analizar datos, así como para la creación de dispositivos y estructuras que ayuden a solventar carencias y facilitar procesos, y la transformación digital como el marco donde todas estas piezas sean echadas a andar.
Es importante tener en cuenta que, bajo este esquema y también de acuerdo con las palabras del Mtro. Edgar Mora, los funcionarios públicos tendrían que ser capacitados para, por una parte, saber acercarse y escuchar las demandas y solicitudes de la población y, por otra, elegir los elementos tecnológicos capaces de medir los factores alrededor de éstas para poder hacer uso de las herramientas idóneas para proporcionar las mejores soluciones.
Con todo esto en mente, es posible entender que el futuro de nuestros entornos y sociedades depende en gran parte, y más ahora, de la gestión eficiente del desarrollo urbano y territorial y del uso de la tecnología y la innovación a partir del compromiso de ciudadanos y gobiernos para alcanzar ciudades más sostenibles y equitativas.